Se dan recomendaciones para minimizar el impacto de la contaminación lumínica en el ambiente y en la salud humana. Algunas de estas recomendaciones son:
Utilizar tecnologías de iluminación eficientes y adecuadas al lugar y necesidad específica.
Evitar el sobre-dimensionamiento y sobre-iluminación de espacios públicos y privados.
Reducir el tiempo de funcionamiento de las luminarias en horas de baja afluencia de personas y vehículos.
Utilizar reguladores de intensidad y dispositivos de control de encendido y apagado.
Controlar la iluminación en zonas adyacentes a zonas naturales y zonas de protección ambiental.
Promover la educación y concientización sobre la contaminación lumínica en la sociedad.
Fomentar la investigación y el desarrollo de tecnologías y estrategias para minimizar la contaminación lumínica.
Establecer normas y reglamentos para la protección del cielo nocturno y la prevención de la contaminación lumínica.