Este efecto es una sensación visual producida por la percepción de una sucesión rápida de imágenes luminosas, lo que puede resultar en una percepción de movimiento discontinuo y en algunos casos puede causar molestias o incluso epilepsia fotosensible.
Para controlar este efecto, se deben seguir los límites establecidos en las normas internacionales relevantes, como la norma IEC 60598-1 y la norma IEC/TR 60825-1. Además, se deben tener en cuenta factores como la frecuencia de parpadeo de la fuente de luz y la velocidad de movimiento de los objetos iluminados. Se recomienda realizar mediciones y cálculos para determinar si se cumplen los requisitos para evitar el efecto estroboscópico y tomar medidas de corrección en caso de ser necesario.