La topología de la red eléctrica para el alumbrado público debe ser diseñada de manera que permita la división de los circuitos de iluminación en secciones, con el fin de garantizar la continuidad del servicio en caso de fallos en la red y facilitar la localización de las fallas.
Además, se establece que la red eléctrica debe ser diseñada teniendo en cuenta las cargas máximas de las lámparas y la potencia total de la luminaria, de modo que se asegure el suministro de energía eléctrica en todas las condiciones de operación del sistema de alumbrado público. Asimismo, se debe garantizar la estabilidad del voltaje y la frecuencia en la red eléctrica para evitar fluctuaciones que puedan afectar el rendimiento del sistema de iluminación.