Se establecen 6 clases, desde la clase A con el coeficiente de luminancia más alto, hasta la clase F con el coeficiente de luminancia más bajo. La clasificación de las superficies se utiliza en el cálculo de la iluminancia de las calzadas y es importante para asegurar una adecuada visibilidad para conductores y peatones en diferentes condiciones de iluminación. Además, se establece que la clasificación debe ser determinada mediante mediciones con un luminancímetro de acuerdo con las normas técnicas nacionales e internacionales.