La uniformidad se refiere a la distribución de luz en un área determinada y se mide como la relación entre la iluminación mínima y la iluminación media en un plano de trabajo o área.
Para los espacios interiores, se establece que la uniformidad no debe ser inferior al 40% en áreas de trabajo y no inferior al 25% en áreas de circulación y pasillos. Además, se especifican requisitos de uniformidad para espacios exteriores, como vías públicas, carreteras y estacionamientos, dependiendo de la categoría y nivel de iluminación requeridos.
Estos requisitos se aplican a todas las fuentes de luz, incluyendo lámparas y luminarias, y se deben verificar mediante mediciones de iluminancia realizadas en el plano de trabajo o en la superficie a iluminar.