El objetivo es reducir el consumo energético de iluminación artificial y mejorar el bienestar y la salud visual de los usuarios. Entre los requisitos se incluyen la elección de ventanas de alta calidad, la ubicación estratégica de las aberturas y la protección contra el deslumbramiento. Además, se especifican los valores de iluminancia mínima requeridos para garantizar una adecuada visibilidad en presencia de luz natural.