Se establecen los límites máximos de corriente de entrada, voltaje de entrada, factor de potencia, distorsión armónica y eficiencia energética. Además, se especifica que los balastos deben tener un aislamiento de clase I o clase II y deben estar diseñados para resistir condiciones ambientales adversas. También se establecen los requisitos de seguridad eléctrica, como la protección contra cortocircuitos y sobrecalentamiento. Por último, se exige que los balastos sean probados y certificados por laboratorios acreditados antes de su comercialización.
En resumen, la sección 330.1 establece los requisitos técnicos y de seguridad que deben cumplir los balastos utilizados en los sistemas de iluminación, con el objetivo de garantizar su eficiencia energética y su seguridad eléctrica.