El flujo luminoso es la cantidad de luz que emite una fuente luminosa, y se mide en lúmenes (lm). La medición del flujo luminoso se realiza mediante un fotómetro, el cual debe estar calibrado y certificado por una entidad reconocida. La medición se realiza en un laboratorio o en sitio, siguiendo un protocolo específico para garantizar la precisión y la repetibilidad de los resultados. El RETILAP establece un valor mínimo de flujo luminoso para cada tipo de luminaria, el cual debe ser verificado en cada luminaria instalada. Además, se establecen requisitos de mantenimiento para garantizar que la luminaria mantenga su flujo luminoso a lo largo de su vida útil.
