Se establecen los requisitos de duración o vida útil de la fuente luminosa para garantizar una buena iluminación y evitar que se presenten fallas o pérdidas de iluminación. Se establece que la vida útil mínima de la fuente luminosa debe ser de 15.000 horas, y se deben tomar medidas para garantizar que se cumpla esta duración, como por ejemplo la selección de productos de alta calidad y la implementación de medidas de mantenimiento preventivo. También se especifica que las fuentes luminosas deben ser reemplazadas cuando su nivel de iluminación haya disminuido en un 30% con respecto a su nivel inicial. Además, se deben llevar registros de los reemplazos y el mantenimiento realizado.
Es importante destacar que la duración o vida útil de la fuente luminosa es un factor clave para garantizar una buena calidad de iluminación, y es necesario que se cumplan los requisitos establecidos para evitar problemas como la pérdida de iluminación, la disminución de la eficiencia energética y el aumento de los costos de mantenimiento. La implementación de medidas adecuadas para garantizar la duración de la fuente luminosa también contribuye a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente, al reducir la generación de residuos y la necesidad de reemplazar frecuentemente las luminarias.