Establece que el campo de cálculo debe ser un espacio tridimensional que se extiende desde la superficie a iluminar hasta una altura de 1,80 m. Los cálculos se deben realizar en una malla de puntos, que no debe ser mayor a 0,50 m en áreas de trabajo y de 1,00 m en áreas de tránsito. Además, se deben tener en cuenta las condiciones ambientales y las propiedades ópticas de los materiales del espacio a iluminar.
